Segunda parte. La intolerancia a la lactosa (IL) es un síndrome clínico. Es necesario realizar una buena historia clínica que correlacione los síntomas con la ingesta de algún alimento que contenga lactosa. Estos síntomas pueden incluir distensión abdominal, flatulencia, dolor abdominal, borborigmos y diarrea. Menos frecuente es la presencia de nausea, constipación, o síntomas sistémicos como dolor de cabeza, fatiga, pérdida de concentración, dolor muscular o de articulaciones, úlceras bucales y dificultad urinaria, que pueden estar relacionadas a otras condiciones.
Por: Dr. Luis Felipe Santana