Dr. Rubén Rodríguez – Nutriólogo Clínico (Fuente externa)
Por Dr. Rubén Rodríguez Nutriólogo Clínico / Nutriólogo Renal / Obesólogo – Dietista/ @drrubendarior
Es común escuchar- luego de que pasen las festividades- si vas a iniciar la dieta, si vas a bajar de peso, si compensarás la ganancia de peso en las actividades navideñas y de año nuevo. Ya hemos visto suficientes artículos y entrevistas a lo que va de año, pero a ciencia cierta, ¿sabemos lo que significa la palabra dieta?
Dieta es el conjunto de las sustancias alimenticias que componen el comportamiento nutricional de los seres vivos. El concepto proviene del griego díaita, que significa “modo de vida”. La dieta, por lo tanto, resulta un hábito y constituye una forma de vivir. Por lo tanto esta palabra significa comer, hábito de comer; dígase que si usted se alimenta regularmente de forma no adecuada, eso sería su forma de alimentarse, sería su dieta habitual. En cuanto, cuando una persona requiere de un servicio de regulación alimentaria por cuestiones de salud y/o condición temporal, se requiere de una intervención multidisciplinaria con un especialista en nutrición clínica o licenciado en nutrición para que se cumplan las 5 leyes de nutrición: equilibrada, adecuada, inocua (que no haga daño), suficiente y completa. Por lo que lo denominamos un “plan de alimentación” o protocolo alimenticio, con el fin de regular las condiciones ya mencionadas.
Es parte de este nuevo hábito la actividad física, sea esta estructurada o no, supervisada por un profesional correctamente acreditado. Recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos a la semana de actividad cardiovascular. En conjunto a esas pautas, la correcta hidratación de al menos 8-10 vasos de agua al día (agua natural, no alcalina ni saborizada). Pacientes con condiciones cardiacas, renales y otras condiciones agudas y crónicas, contraindican la sobrehidratación. Se recomienda que, junto a su cardiólogo, nefrólogo o médico internista y nutriólogo, se logre un balance del correcto aporte de líquidos.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025, destacan las pautas a seguir:
• Resalta la importancia de las frutas, verduras, cereales integrales, la leche y productos lácteos regulados en grasas. Variedad de alimentos con proteínas tanto de origen animal como vegetal.
• Regulados en las grasas saturadas y colesterol, conteniendo cero grasas TRANS (dañinas a la salud) y evitar azúcares agregados.
• Que se mantenga dentro de las necesidades calóricas de cada individuo.
Con esa última recomendación, recordar que cada paciente es diferente, por lo que un plan que sea diseñado para una persona no es recomendable que otro lo lleve a cabo. Este puede estar condicionado a una enfermedad en específico, por lo que si usted lo lleva sin prescripción médica, es posible que su desenlace sea un simple rebote de peso. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a sodonuclim@gmail.com y síguenos en @sodonuclim.