Por Dra. Jenny Cepeda- Diabetóloga-Nutrióloga Clínica/@drajennycepeda
La histaminosis alimentaria es una condición multifactorial en la que se ve implicado una reacción anómala al consumo de ciertos alimentos. Puede ser producida por una alergia específica a alimentos o por mecanismos no alergénicos en la que los alimentos provocan una disrupción inmune provocando los síntomas. Se caracteriza por múltiples signos y síntomas como dolor de cabeza, pérdida de la memoria, irritabilidad, rash cutáneo, enrojecimiento de la piel, dolor de estómago, estreñimiento, diarreas, distensión abdominal, producción de gases, retención de líquidos y aumento de peso. Se ven casos en las consultas de control de peso donde pacientes que presentan estos síntomas, tienen historia de no bajar de peso aun haciendo ejercicios e ingiriendo menos comida. Refieren un aumento de líquido en sus extremidades inferiores y alrededor del abdomen.
Esto se debe a que las personas que tienen histaminosis alimentaria, van a producir una alteración en la vasopresina u hormona antidiurética (ADH), que se encarga de ayudar a eliminar los líquidos por parte de los riñones. Al ver una afección en esta hormona mediadas por las alergias alimentarias, estos pacientes van a tener una retención de líquidos mayor, y por ende un aumento de peso al final del día. Es común observar que el peso en la noche puede ser hasta tres a cinco libras mayor que en la mañana.
Los pacientes que sospechan tener esta condición, como los síntomas son tan floridos, se recomienda visitar al nutriólogo clínico para establecer o aproximar el diagnóstico real. Una de las primeras terapéuticas es indicar una dieta restringida en los alimentos que ya ha identificado el paciente. Si no los ha identificado, lo que se realiza es pruebas de alergias donde se puedan identificar algunos alimentos a la que hace este tipo de reacción. Hay otras pruebas que se pueden realizar como es identificar el déficit de la enzima que metaboliza la histamina, la enzima de Diamino Oxidasa (DAO) que en la mayoría de los pacientes está ausente o débil.
Éstos pacientes se benefician de retirar los alimentos a los que pueden tener alergias o que han identificado en tolerancia. Generalmente es una dieta sin lácteos, sin gluten y con frutas bajas en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (siglas en inglés FODMAPS) por dos semanas. Estos pacientes tienden a tener una mejoría considerable con esta dieta. Una vez pasado este periodo de prueba se inicia la reintroducción de los alimentos que estamos claros no son alérgicos, de uno a uno, con una diferencia de tres días entre un alimento y otro. A los pacientes que tienen alergias identificadas, la introducción de alimentos debe hacerse guiado a través de inmunólogos y alergistas, ya que deben pasar por un proceso de inmunoterapia en la que puedan sensibilizar estos alimentos para una nueva reintroducción de forma segura.
El manejo de la histaminosis alimentaria es multidisciplinario, donde se debe descartar otras condiciones reumatológicas, endocrinológicas, asociadas a problemas cardíacos, renales o una evaluación completa con distintos especialistas. También debe utilizar suplementación especial como multivitamínicos, vitamina D, calcio, probióticos para mejorar la microbiota intestinal ya que esta condición se ha demostrado que empeora la salud intestinal. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a sodonuclim@gmail.com y síguenos en @sodonuclim.
