Por Dr. Osvaldo Peña Tió-Nutriólogo Clínico/ @guardianesdelasalud
Tenemos años oyendo hablar de la «Fast Food» («Comida Rápida»), pero hoy venimos con un concepto nuevo y diferente para muchos y que se ha convertido ya en todo un movimiento a nivel mundial. Nos referimos al término «Slow Food» («Comida Lenta»).
La «Slow Food», surgió en 1986 como una idea de Carlo Petrini, en la ciudad de Bra, en Italia, convirtiéndose después en todo un movimiento internacional. Este movimiento surgió en oposición a la «Fast Food», y busca promover la educación del gusto. Además pretende redescubrir los aromas y sabores de las cocinas regionales, pues considera que la alimentación es producto de la historia y de las tradiciones de los pueblos.
El término «Slow Food», nombra a un movimiento internacional que se contrapone a la estandarización del gusto en la Gastronomía y promueve la difusión de una nueva filosofía que combina placer y conocimientos, además de promover las comidas caseras, el disfrute de las comidas con familiares y amigos, asi como el consumo de productos locales y orgánicos que respeten el ambiente.
Petrini, creador del movimiento Slow, que aconseja comer despacio y disfrutar de la comida más sana, tiene como propósito fomentar la felicidad y autodeterminación.
De este movimiento, surgió el Slow Food como un concepto completo que ha revolucionado la cultura en diferentes países.
Algunas propuestas del Slow Food:
- Hacer las compras en mercados locales, de preferencia de los mismos agricultores.
- Preparar comidas caseras.
- Sentarse a comer sin tener el televisor u otras pantallas encendidas.
- Disfrutar de comidas en familia o con amigos.
- Alimentarse con cuidado, valorando la calidad y, con ello, la procedencia de las materias primas y el modo de cocinarlas.
- Si se come solo, hacerlo en paz, y si se come en compañía, disfrutar de una agradable conversación.
Gracias a su aceptación en los ‘80, el movimiento «Slow Food» generó una Fundación sin fines de lucro que se encarga de promoverlo por todo el mundo. Con asociaciones locales perfectamente organizadas en países, regiones y ciudades de todo el planeta, la Fundación Slow Food, cuenta en la actualidad con más de 100,000 socios. Está organizada en la red con páginas web y dispone de delegaciones propias en más de 160 países, desde las que se celebran regularmente numerosos eventos. Además, colabora con la única universidad del mundo enfocada a las ciencias gastronómicas.
Así, la filosofía simbolizada por el caracol, ha obtenido la participación de pueblos y ciudades en su forma de entender la vida y la alimentación, restringiendo el tráfico en centros urbanos o desarrollando infraestructuras respetuosas del entorno.
Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com / @sodonuclim